Uno de los aspectos más importantes para garantizar una interacción segura y respetuosa entre tu perro y el bebé es que tu perro obedezca comandos básicos como "sentado", "quieto" y "ven aquí". Estos comandos no solo te ayudarán a mantener un mayor control sobre su comportamiento cuando el bebé llegue a casa, sino que también te permitirán prevenir situaciones potencialmente peligrosas y ayudar a tu perro a adaptarse mejor a los nuevos cambios en la rutina.
1. Comienza con lo básico: "Sentado"
El comando "sentado" es uno de los más fáciles de enseñar y proporciona una base sólida para otros comandos. Este comando es útil porque permite que tu perro se quede tranquilo en un lugar determinado, lo cual es esencial cuando el bebé esté en casa. Para enseñarlo:
- Sostén una golosina cerca de la nariz de tu perro y luego muévela hacia arriba, lo que hará que su trasero se baje al suelo de manera natural.
- Tan pronto como tu perro se siente, di "sentado" y recompénsalo con la golosina y elogios.
- Repite este proceso varias veces, asegurándote de que tu perro asocie la acción de sentarse con el comando verbal y la recompensa.
2. El comando "Quieto" para el autocontrol
El comando "quieto" es fundamental para evitar que tu perro se sobreexcite o se acerque al bebé de manera inapropiada. Este comando es particularmente útil cuando tu perro necesita permanecer en un lugar sin moverse, lo que es clave para crear un ambiente seguro. Para enseñarlo:
- Pide a tu perro que se siente primero. Luego, sostén una golosina en tu mano, mostrando que está disponible.
- Di "quieto" mientras mantienes la golosina en tu mano frente a su cara. Si tu perro intenta levantarse para obtenerla, di "no" y vuelve a ponerlo en la posición de sentado.
- Recompensa a tu perro solo cuando se quede en la posición sin moverse, aunque sea por unos segundos al principio. A medida que avanza, incrementa el tiempo que debe quedarse quieto antes de obtener la recompensa.
3. El comando "Ven aquí" para controlar su acercamiento
El comando "ven aquí" es útil cuando necesitas que tu perro se acerque de manera controlada, por ejemplo, cuando el bebé está en su espacio o cuando se acerca demasiado a algo que no debe. Para enseñarlo:
- Colócate a una distancia corta de tu perro y llama su nombre para captar su atención.
- Di "ven aquí" de manera firme y usa una golosina o su juguete favorito como incentivo.
- Recompensa y elogia a tu perro cada vez que venga hacia ti. A medida que el perro responda consistentemente, puedes incrementar gradualmente la distancia entre tú y él.
4. Practica la consistencia
La clave para el éxito en el entrenamiento de cualquier comando es la consistencia. Asegúrate de practicar todos los comandos en diferentes momentos del día y en varios entornos, para que tu perro aprenda a responder independientemente de la situación. Si tu perro está aprendiendo el comando "quieto", por ejemplo, hazlo mientras estás viendo televisión, mientras le das su comida o incluso cuando haya otros ruidos (como el sonido de un bebé llorando en grabaciones). Esto asegura que tu perro pueda responder en situaciones cotidianas, incluso cuando las circunstancias sean nuevas o estresantes.
5. Refuerza el comportamiento positivo
Usa siempre refuerzos positivos como golosinas, elogios verbales y caricias para recompensar a tu perro cuando haga lo que le pides. Evita usar castigos o gritos, ya que esto puede generar miedo o confusión en tu perro, lo cual podría empeorar su comportamiento y su relación con el bebé.
6. Introduce a tu perro en la presencia del bebé
Una vez que tu perro haya aprendido y respondido correctamente a los comandos básicos, comienza a ponerlos en práctica en situaciones que involucren al bebé. Esto puede incluir ensayar la interacción de tu perro con el bebé en presencia del llanto o cuando el bebé esté en su cuna o en el cambiador.
- Si tu perro está en un estado de calma, puedes practicar que se quede quieto mientras tú sostienes al bebé o se siente cuando lo pides, incluso si el bebé está cerca. Esto ayudará a tu perro a asociar el bebé con comportamientos calmados y controlados.
7. Asegúrate de mantener las sesiones de entrenamiento cortas y positivas
El entrenamiento no debe ser una tarea larga o frustrante para tu perro. Realiza sesiones cortas de entre 5 y 10 minutos varias veces al día, manteniéndolas divertidas y positivas. Esto mantendrá el interés de tu perro y facilitará la retención de los comandos.
♥ Corolario ♥
El entrenamiento en comandos básicos como "sentado", "quieto" y "ven aquí" es esencial para preparar a tu perro para la llegada del bebé. Estos comandos no solo te permiten mantener un mayor control sobre su comportamiento, sino que también ayudan a fomentar una interacción segura entre tu perro y el bebé. Recuerda ser paciente y constante durante el proceso de entrenamiento, y no dudes en recompensar a tu perro por su progreso. Con un poco de tiempo y dedicación, tu perro estará bien preparado para la nueva dinámica familiar que incluirá a su pequeño compañero.
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