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jueves, 20 de agosto de 2020

Llegada del bebé: Precauciones

Precauciones con la salud y el comportamiento del perro

La llegada de un bebé a la familia implica muchos cambios para todos, incluyendo a tu perro. Es crucial asegurarte de que tu perro esté en su mejor estado de salud física y emocional antes de que el bebé llegue, para evitar problemas de comportamiento y garantizar que la transición sea lo más suave posible. Aquí te damos algunas precauciones clave para que tu perro se adapte sin causar estrés ni problemas para la salud de la familia.

1. Mantén al día las vacunas y los chequeos veterinarios

Antes de la llegada del bebé, asegúrate de que tu perro esté al día con todas sus vacunas y haya pasado por un chequeo veterinario completo. Un perro saludable es menos propenso a tener problemas de comportamiento y es menos probable que transmita cualquier enfermedad o infección al bebé. Asegúrate de:

  • Revisar las vacunas: Verifica que todas las vacunas estén actualizadas, especialmente aquellas que protegen contra enfermedades que podrían afectarte a ti o a tu bebé.
  • Control de parásitos: Asegúrate de que tu perro esté libre de parásitos como pulgas, garrapatas y gusanos. Un perro con parásitos puede ser una fuente de preocupación, especialmente cuando hay un bebé en casa.
  • Chequeo general: Lleva a tu perro al veterinario para un chequeo completo, incluyendo una revisión de su salud dental y peso, para asegurarte de que esté en su mejor estado físico.

2. Observa cualquier cambio en el comportamiento de tu perro

La llegada de un bebé puede desencadenar en tu perro estrés o ansiedad, y es importante estar atento a cualquier señal de cambio en su comportamiento. Algunas de las señales más comunes incluyen:

  • Cambios en el apetito: Si tu perro deja de comer o muestra una disminución en el interés por la comida, esto puede ser un indicio de ansiedad o estrés.
  • Ladridos excesivos o agresividad: Un perro que comienza a ladrar de manera excesiva o muestra signos de agresividad puede estar experimentando un aumento en la ansiedad debido a los cambios en el hogar.
  • Destrucción de objetos: Masticar muebles, zapatos o cualquier objeto fuera de lugar puede ser una respuesta al estrés.
  • Comportamientos ansiosos o nerviosos: Los perros pueden mostrar comportamientos como temblores, hiperactividad o, en algunos casos, esconderse si se sienten inseguros.

3. Consulta con un adiestrador profesional o veterinario especializado

Si notas que tu perro muestra signos de estrés, ansiedad o cambios de comportamiento, es recomendable buscar la ayuda de un adiestrador profesional o un veterinario especializado en comportamiento animal. Un experto podrá evaluar el comportamiento de tu perro y recomendarte estrategias adecuadas para manejar su ansiedad o estrés. Algunas opciones incluyen:

  • Entrenamiento en positivo: Técnicas de refuerzo positivo pueden ser útiles para reducir la ansiedad de tu perro y fomentar comportamientos tranquilos y calmados.
  • Terapias de desensibilización: Estas terapias implican exponer gradualmente a tu perro a situaciones que le causan estrés (como los sonidos del bebé o cambios en la rutina) para que pueda adaptarse sin sentir miedo.
  • Consulta veterinaria para ansiedad: Si el estrés de tu perro es severo, el veterinario puede recomendarte opciones de tratamiento, que pueden incluir suplementos calmantes o incluso medicación para ayudar a tu perro a manejar su ansiedad.

4. Prepara a tu perro para el cambio en la rutina

Los perros son muy sensibles a los cambios en la rutina, por lo que es útil comenzar a ajustar la rutina de tu perro antes de la llegada del bebé. Esto puede incluir cambios en los horarios de comida, paseos o tiempo de juego. Realiza estos ajustes de manera gradual para que tu perro no se sienta abrumado por los cambios repentinos. Al mantener una rutina predecible, tu perro se sentirá más seguro y menos ansioso.

5. Implementa estrategias para reducir el estrés

Hay varias maneras de reducir el estrés de tu perro y ayudarle a adaptarse al nuevo ambiente familiar. Algunas estrategias incluyen:

  • Tiempo de calidad: Asegúrate de pasar tiempo de calidad con tu perro, realizando actividades que le gusten como juegos, caminatas y caricias. Esto fortalecerá el vínculo y disminuirá su ansiedad.
  • Zona tranquila: Establece un espacio seguro y tranquilo donde tu perro pueda retirarse si se siente abrumado. Un lugar tranquilo y cómodo, con su cama o una manta, le permitirá relajarse sin estar constantemente expuesto a los ruidos y cambios causados por el bebé.
  • Rituales relajantes: Ayuda a tu perro a relajarse antes de los momentos más estresantes del día, como cuando el bebé esté llorando o durante la hora de los cuidados. Usar juguetes interactivos, música suave o aromaterapia específica para perros puede ser útil.

6. Observa la relación entre el bebé y el perro

A medida que el bebé crezca, también lo hará su curiosidad hacia el perro. Es importante que ambos aprendan a coexistir de manera segura y respetuosa. Presta atención a las primeras interacciones entre tu perro y el bebé, supervisándolas de cerca. Si el perro muestra signos de incomodidad, asegúrate de dar espacio a ambos y fomentar una relación gradual y tranquila.

♥ Corolario ♥

Antes de la llegada del bebé, asegúrate de que tu perro esté al día con sus vacunas y chequeos veterinarios, y supervisa cualquier cambio en su comportamiento que pueda indicar estrés o ansiedad. Si notas signos de problemas emocionales, busca la ayuda de un adiestrador profesional o un veterinario especializado en comportamiento animal. Implementa cambios graduales en la rutina, dedica tiempo de calidad a tu perro y ofrece estrategias de reducción de estrés para que ambos, bebé y perro, puedan adaptarse a su nueva vida familiar sin dificultades.

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