Hay muchas historias sobre la valentía de los perritos, pero en particular, cuento una muy especial. Se trataba de un pequeño perro, era como un Boston Terrier, muy amable, inteligente y especial. El día que llegó a casa, nadie le dio importancia, todos estaban ocupados con sus cosas, pero él no se inmutó por eso, se hizo de un lugar, tenía su comida diaria (no siempre, pero siempre agradecido), y agua en abundancia. Con un techo y ver a los distintos personajes familiares deambular por la casa de vez en cuanto, era muy feliz, a medida que iba creciendo. Pero una tragedia familiar destruyó gran parte de lo que conocía, y los únicos que quedamos en la casa fuimos yo y mi perro, por lo que al principio el panorama fue muy sombrío, oscuro, la tristeza se respiraba en el aire, nada olía bien, nada sabía bien, nada de nada. Acostado durante horas en el día, y lo mismo a la noche, el clima triste no se esfumaba con nada en esa casa. Luego de unos meses, finalmente algo cambió. Éste perrito no había abandonado sus rutinas, su claridad mental de que había mucho de qué disfrutar (aún cuando gran parte de la familia ya no estaba), su alegría interna y ultra contagiante, fueron calando en mi alma apesadumbrada. Labraba como preguntando, cada día, ¿y hoy cómo estás?. Luego labraba respondiéndose él mismo, como diciendo ¿ayer tuve un día funesto, justo que pasaba de la sala a la cocina, y adivina qué, me pareció haber visto alguna ardilla por ahí, pero nada, fue solo mi imaginación, terrible?. Me contaba sus historias. Día a día comencé a prestarle más atención a este pequeño, y me di en cuenta que realmente la vida me estaba dando razones para continuar. Yo no quería seguir, Sentía la tristeza abrumante. Pero ya era tiempo de tomar una decisión. Vendimos la casa, compramos un pequeño departamento más al centro de la ciudad, retomé mis actividades, y le dediqué horas enteras a pasear a mi perro, y divertirme con él, a disfrutar verdaderamente de todas las cosas buenas que teníamos, y son mayores que las malas que nos pudo haber ocurrido. Mi perro, me salvó la vida.
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